Marcos Torres






















La repetición como alusión a lo masivo y comercial. La multiplicación del producto como metáfora de la obsesión por generar en el consumidor una experiencia cada vez más intensa. Una reflexión acerca de la paradoja que supone que, en la búsqueda de una identidad como marca conocida,  exista el riesgo de perder la propia identidad, lo nuestro, nuestros valores. Una reflexión, por tanto, acerca de la necesidad de evolucionar racionalmente, renovándose sin olvidarse, sin perder de vista la esencia, la fórmula original que hace del “producto” algo único.

La reflexión es especialmente necesaria en un momento como el que vivimos, en el que casi todo se consume y se tira, sin tiempo y sin medida, sin apenas llegar a apreciarlo, precipitadamente. Aquello que funciona comercialmente se repite y se repite hasta la saciedad, consiguiendo que esa repetición sistemática acabe convirtiéndose en algo rutinario. Un mensaje redundante y masificado tiene como respuesta un consumidor igualmente masificado, con un comportamiento repetitivo, se trata al espectador como un mero consumidor. El redundar en una imagen provoca que el visitante llegue con un concepto predeterminado y preconcebido, dejando poco o ningún lugar para descubrir por sí mismo. Para perderse. Quizás algo así esté ocurriendo en nuestra isla.

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